En la relación del profesor con sus
estudiantes se expresan todos los procesos y funciones de la comunicación, pero
el proceso de comprensión mutua resulta fundamental en el trabajo educativo con
ellos, ya que representa el aspecto esencial de la comunicación, su fin, al que
se subordinan todos los demás. Sin embargo, es poco frecuente que en las
relaciones entre profesores y alumnos se exprese la comprensión mutua.
Si bien es cierto que el proceso
docente-educativo como proceso comunicativo se caracteriza por ser un proceso
de intercambio, de interacción, de influencia recíproca, de comprensión mutua y
de percepción interpersonal, donde intervienen las emociones de los
comunicantes, debe señalarse que no siempre el profesor está consciente de
todas estas potencialidades que posee la comunicación para ejercer su
influencia educativa en los estudiantes.
Se considera que la comunicación
educativa es un proceso complejo, de interacción entre profesores y alumnos y
de estos entre sí, que se caracteriza por ser dinámico y activo. Tiene como
propósito fundamental incidir en la formación de la personalidad de los
estudiantes a partir de la existencia de un clima psicológico positivo, del
conocimiento de la comunidad de intereses y de los alumnos, así como del
aprovechamiento de las potencialidades que brindan los contenidos de cada
ciencia. Es el medio propicio para que se manifieste la personalidad de los
sujetos en su unidad cognitivo-afectiva.
Una de las tareas esenciales de la
educación, y más específicamente de los profesores es seleccionar, ordenar,
determinar, presentar, orientar y dirigir esos procesos comunicativos para
convertirlos en educativos.